Esta entrada no estaba prevista inicialmente pero debe pasar por delante de otras, la salud asi debe hacerlo, tambien debo decir que no soy médico y todo lo que explico a continuación no tiene más valor que divulgar información disponible en la red, por tanto tu médico es el que debe nformarte en último término.
Tal y como nos dice el Dr. Dukan en sus libros la supervisión por un doctor en médicina es imprescindible para hacer cualquier dieta y esta no iba a ser la excepción.
Con el aumento de la ingesta de proteinas que supone la dieta Dukan y la ausencia en el consumo de hidratos de carbono sometemos a nuestros orgános a un estrés que puede dañarlos ya que deben trabajar a mayor ritmo del habitual, como siempre hemos dicho lo fácil para nuestro cuerpo es obtener energia a partir de los hidratos de carbono.
Si no consumimos estos hidratos (pan, pasta, arroz...) obligamos a nuestro organismo a movilizar sus reservas de grasa ( cosa que nos conviene para perder peso) y las de proteinas (peligroso si no comemos suficiente cantidad de ellas) ya que las extraerá de la masa muscular e incluso de la masa visceral.
Los organos estresados son el hígado, que ve forzada su maquinaria metabólica al tener que transformar los ácidos grasos en cuerpos cetónicos y la proteinas en moleculas asimilables por los músculos para generar movimiento, los músculos y el cerebro no consumen ni proteinas ni grasa directamente, todas tienen que ser modificadas antes por el hígado.
El resultado del consumo y metabolización de las proteinas es el ácido úrico o urea, responsable del olor amoniacal de nuestra orina. El ácido úrico es eliminado de la sangre gracias a la acción de los riñones.
Por tanto como mínimo debemos realizarnos una analítica de sangre y de orina al empezar la dieta, para conocer nuestro estado inicial o basal y repetirla cada dos meses.
Si hablamos con nuestro médico de familia él con toda probabilidad nos propondrá como mínimo realizar una perfil hepático donde controlar los valores de GGTP (gamma glutamil transpeptidasa) y GTP (transaminasas) y un perfil renal donde ver la concentración en creatinina y ácido úrico en orina.
Igual que controlamos el peso semanalmente, debemos sin lugar a dudas o vacilaciones, conocer cada dos meses estos valores y esperar que esten dentro de los límites aceptables, si no es asi deberemos tomar medidas para corregirlas, básicamente aumentar el consumo de agua para facilitar la eliminación de ácido úrico o levantar el pie del acelerador en el consumo de proteinas si los valores que están alterados son los hepáticos y sin duda, como deciamos al principio, siempre seguir los consejos de un profesional de la medicina y huir de tahures y visionarios.
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